Abstract

This essay describes some of the struggles of homeless people and families in New York City while providing information about different city initiatives. It also profiles the activities of CAMBA, an organization dedicated to serving the homeless population. As I was writing this essay I felt that it was a way to help open people’s eyes to the complexities of homelessness. I wanted to show others that if we change the way people see the homeless community we can create more effective and helpful support systems.

La falta de hogar en Nueva York

En muchas ocasiones uno pasa por las carreteras o por la calle y al costado ve una persona con un letrero de cartón pidiendo ayuda porque no tiene hogar. A veces pide dinero o comida. Unos observadores se detienen y le dan las monedas que les sobran, otros, unos cuantos billetes. Pero también existe los que miran en la dirección opuesta o quizás pasan caminando sin mirar. Las razones por las cuales esa persona terminó en la calle son desconocidas para los demás. En la ciudad de Nueva York a cualquier hora uno puede caminar y ver gente en la calle sin hogar. Los refugios se llenan y después de unas horas no hay espacio suficiente para ayudar a todos que lo necesiten. En esos instantes no hay otra decisión que quedarse en la calle. Este ensayo presenta algunas dimensiones del problema en la ciudad de Nueva York, describe varios programas del gobierno, y termina con una descripción de una organización (CAMBA) que sirve la población sin hogar en la ciudad.

Mientras los años pasan el número de gente sin hogar en Nueva York ha continuado a incrementar. Los refugios se llenan de gente y familias que necesitan un lugar donde pueden comer y dormir. En el enero del 2019 había 63,839 personas sin hogar, incluyendo 15,492 familias sin hogar y 22,938 niños sin hogar y el número de personas en refugios es ahora 74% más alto que era hace 10 años (Coalition for the Homeless). Aunque el número sigue subiendo no es exacto—muchas de las personas que no encuentran refugio y no tienen otra opción que quedarse en la calle no están contadas en las estadísticas (Coalition for the Homeless). En 2017, Courtney Gross de Spectrum News NY1 escribió que existían aproximadamente 650 refugios en el estado de Nueva York. Gross explicó que Manhattan tiene 109 lugares y Brooklyn 163 mientras Staten Island solo tiene uno. ¿Por qué es que el número de familias y personas sin hogares sigue creciendo? El problema es que muchos de estos lugares que ayudan a la gente que no tiene hogar no proveen los recursos necesarios.

Muchos refugios ayudan a la gente pero todos no tienen los servicios necesarios para la gente que se queda sin hogar o que vive en la calle. Los refugios también a veces tienen una reputación de ser lugares donde uno tiene que temer por su vida. Por eso, muchas personas en diferentes ocasiones prefieren vivir en la calle. David Pirtle, un miembro de Faces of Homelessness Speakers’ Bureau (National Coalition for the Homeless), explicó que cuando él no tenía hogar había escuchado de las cosas que podían suceder en un lugar con tanta gente:

And I found out that a lot of what I was afraid of was true. I never found out what a body louse was until I got into the shelter. You know, I had my shoes stolen, just like people said you get your shoes stolen, although I will say that there were three people in the shelter who offered to give me a pair of shoes after that happened. So there is a sense of community there. […] I don't want to give the impression that everyone in the shelter is bad. But you have a lot of people with a lot of problems, and so when you cram them all together, you just have one big problem.

Él no quería criticar los refugios sin mencionar sus atributos positivos, pero es una cuestión de ver la situación con claridad. Como describe Pirtle, con tanta gente con diferentes tipos de problemas apiñados en un lugar pequeño, es normal crear un problema mucho más grande que puede ser peligroso para las personas y familias que buscan un lugar parecido a un hogar.

Aunque los adultos tienen que soportar tiempos difíciles, las familias que tienen niños pequeños sufren obstáculos diferentes. Karen Hinton de New York Daily News lo describe de esta manera:

More than 60,000 people are homeless in New York City, and a third of them are children. Traveling two hours on a school bus to get from their shelter to school is common. Some buses don’t arrive until 9:30 a.m., after school opens. Some children get free MetroCards, but parents have to accompany young students and often miss work as a result.

Es una situación muy difícil para toda la familia. Los padres no quieren que sus hijos pierdan días de escuela. Unos padres tienen la confianza en dejar que sus hijos tomen el viaje a la escuela solos pero la situación de cada familia es distinta. Las familias que tienen hijos más pequeños no pueden dejar que viajen en el bus solos y entonces tienen que acompañarlos. No solo llegan tarde los niños a la escuela pero durante el tiempo que viajan a la escuela usualmente es la hora de trabajo para muchos. Los padres que viajan con sus hijos durante las horas tempranas pierden el tiempo que comienza el trabajo y entonces simplemente no van a poder trabajar en ciertas posiciones. Sin un trabajo no es posible que las familias tengan dinero para apoyar a todos. Simplemente comer, o poder vestirse para el colegio o el trabajo es un desafío. Es una lucha que tienen que hacer diariamente.

Cada familia tiene diferentes problemas, pero las que no tienen hogares pueden enfrentar problemas muy específicos. The Coalition for the Homeless explica cuáles son las mayores razones por las que personas y familias se quedan sin hogar. Dice que las causas más importantes son la falta de hogares económicos, el desalojo, hogares muy llenos de gente, la violencia doméstica, la pérdida de trabajo y hogares con condiciones peligrosas. Para la gente que está sola con frecuencia hay que enfrentar las enfermedadese mentales, la adicción y otros problemas de salud (Coalition for the Homeless). David Pirtle explica cómo él perdió su trabajo y, por eso, perdió su hogar. Cuando se enteró de que tenía esquizofrenia perdió su trabajo y como temía grupos grandes decidió quedarse en la calle, ya que tampoco ofrecían servicios para la gente con enfermedades mentales. Como los refugios no proveen servicios necesarios para la gente que los necesita, muchos continúan sin hogar o en la calle, sin resolver sus problemas centrales.

Los niños de las familias sin hogares también necesitan servicios especiales. Los niños en estas familias a veces pasan por traumas o situaciones difíciles que les puedan afectar en la escuela o en general. Karen Hinton escribe:

[H]omeless students are absent more frequently due to the chaos in their lives and the demands on their parents. They need more services than students living in a stable environment – more mental health help, medical care and tutoring.

Los niños de estas familias necesitan ayuda para poder superar las dificultades que haya pasado la familia. En unos casos hay familias que son abusadas o también que han pasado por tiempos difíciles mientras están en el refugio. Los refugios no proveen la seguridad que necesita un niño entonces puede ser una situación peligrosa que cambie su vida por completo.

Daniel Brown, un escritor que quería entender la vida cotidiana de una persona que vivía en la calle, buscó el apoyo de un hombre sin hogar llamado Moustafa. Daniel, con Moustafa, llegó a conocer una comunidad de mecánicos que vivían en un estacionamiento. Toda la gente de la comunidad no tenía hogar y los carros servían como su refugio. Mucha gente prefiere quedarse en la calle en vez de en los lugares de refugio y Brown quería saber por qué. Moustafa pudo responder a sus preguntas.

Moustafa había sido un mecánico por muchos años hasta que perdió su taller de carros. Brown escribe: “Moustafa lost his shop after a new landlord raised his rent and he couldn’t make the payments. He was evicted not long after”. Ya que no tenía donde quedarse, intentó ir a un refugio pero no permitían llevar más de dos bolsas de pertenencias. Moustafa no tenía donde poner todas sus herramientas y pertenencias y eso fue una de las razones por las que decidió quedarse en la calle. Pero esa no era la única razón. Como David Pirtle, Moustafa habló de la higiene repugnante de los refugios, diciendo: “[t]hey don’t check their health, I prefer to be in the streets’”. Las calles para mucha gente como Moustafa suenan como un mejor lugar que un refugio estatal. Moustafa decidió que estar en la calle con todas sus herramientas y pertenencias de mecánico le iba a ir mejor.

En la comunidad donde estaba permaneciendo Moustafa, había personas que tenían experiencia con los carros y su funcionamiento. Como todos vivían en un carro en un estacionamiento no había quien les diera sus necesidades como la comida. Lo que hace la gente de esa comunidad es arreglar carros y ganar un poco de dinero para poder apoyarse y comprar lo necesario. Vivir en ese estacionamiento también tiene su costo. La persona que es dueño del territorio pide una cantidad muy mínima, similar a una renta, para poder quedarse ahí. Y hay periodos muy difíciles—Brown explica que “[…] he makes nothing during the winter because there’s no roof over the lot”. Aunque Moustafa no gana como un mecánico con su propio taller tiene sueños de un día tener suficiente dinero para tener lo que una vez tuvo. Cuenta Brown que “[h]e showed me his old shop on his phone, and said he hopes to save enough money to open a new one in about six months”. Trabajando fuerte con lo que tiene, Moustafa espera poder tener un taller de nuevo para salir adelante.

Daniel quería saber cómo era el carro donde vivía Moustafa y entonces él lo invitó en la noche cuando el dueño del lugar estaría durmiendo. Cuando entró al bus pequeño entendió mejor la situación de Moustafa:

Once inside the van, I immediately saw his dilemma with staying in the shelters. Moustafa has a lot of stuff, and he can’t afford to put it in storage, nor does he want to…. Moustafa’s living space in the bus was tidy and clean, and he told me that he showers behind the bus with a hose.

La vida de Moustafa no era nada fácil pero haría lo que tenía que hacer para poder sobrevivir.

Los refugios se llenan rápido diariamente y a veces no pueden proveer las necesidades de toda la gente y familias sin hogar. Por esa razón muchos deciden quedarse en la calle y hacer su propio refugio con las cosas que tienen. Los que pueden y tienen talento o alguna habilidad a veces pueden ganar un poco de dinero para sostenerse. Para todos, esto no siempre es la situación. ¿Qué pasa con la gente que no puede mantenerse, la gente que necesita ayuda a salir adelante? En la ciudad de Nueva York, una de las organizaciones que ayudan a los que más lo necesitan es CAMBA.

CAMBA tiene lugares especializados, incluyendo algunos que son específicamente para familias. De esta manera pueden separar a la gente para que todos se sientan más cómodos. Como había mencionada David Pirtle, cuando estaba en un refugio con mucha gente no había la privacidad necesaria y se sentía muy incomodo. Por eso prefería quedarse en la calle en vez de vivir con mucha gente con diferentes problemas. Para las familias con niños pequeños a veces la privacidad es uno de los factores más importantes y prefieren estar con otras familias que entienden su situación. Los refugios que ofrece CAMBA para las familias contienen programas para ayudar a los niños para que sigan con sus estudios si es necesario. Los padres también reciben ayuda. Si es que la familia perdió su hogar por perder un trabajo y no poder pagar la renta ayudan a los padres a buscar un nuevo trabajo. La meta de CAMBA es asegurar que las familias que se quedaron sin hogar no regresen a los refugios.

Los lugares para adultos individuales también tienen programas especializados como los que asisten con la búsqueda de trabajos. La gente que tiene una enfermedad mental recibe diferentes tipos de ayuda como “case management and counseling services” (CAMBA), servicios que sirven también para la gente con adicciones. Hay programas para personas que necesitan asistencia con su salud y aseguran que las personas que entren a sus refugios estén saludables y se mantengan sanos y fuertes. Finalmente, CAMBA ofrece un refugio en las noches también y un alojamiento permanente. Las viviendas permanentes son para la gente “[…] who are chronically homeless, living with HIV/AIDS or suffering from serious and persistent mental illness and/or chemical addictions […]” (CAMBA).

El alcalde De Blasio tiene ideas para reducir el número de personas sin hogar. Desea mejorar los servicios preventivos para que la gente sin hogar no se quede en el sistema de refugios y se establice. El alcalde tembién quiere crear más refugios, pero a veces las comunidades donde el gobierno quiere crear refugios no los aceptan. No obstante, Eric Gertler de New York Daily News dice que “[a]pproximately 20 of the new shelters are to open each year for the next five years[…]” (Gertler).

Antes de De Blasio, en el año 2002, Alcalde Bloomberg intentó crear un experimento llamado “Advantage” que tenía requisitos que los individuos tenían que satisfacer para obtener beneficios y subsidios. El Directory of NYC Housing Programs explica que los requisitos del programa incluían lo siguiente: por lo menos un adulto en cada familia tenía que calificar con 20 horas mínimo de trabajo cada semana con salario mínimo o completar 35 horas de actividades aprobadas como ir a la escuela, hacer un internado, buscar trabajo o trabajar. Con esos requisitos la familia tendría un hogar dentro del programa pero un porcentaje de lo que ganaba tenía que pagar como renta, y esto dependía del tamaño de familia. El problema con el programa era que la gente buscaba trabajo pero para muchos era difícil encontrarlo, especialmente si no tenían un hogar permanente. Es difícil imaginar como alguien puede encontrar trabajo sin tener todos los recursos para salir adelante. Patrick Markee explica que “[…] Mayor Bloomberg ended the use of proven and cost-effective Federal housing programs to move homeless families from shelters to stable homes [using] a series of untested, time-limited subsidies like the recently-terminated Advantage program”.

Muchos pueden pensar que la solución para disminuir el número de gente y familias sin hogar es crear mas refugios—refugios que también proveen servicios necesarios para cualquier necesidad. No obstante, puede ser que sea más económico y flexible usar apartamentos—especialmente para familias. Eric Gertler explica la diferencia entre los costos para el estado de Nueva York: “[b]y way of comparison, the city spends, on average, $3,400 annually to house a family in an apartment as opposed to an estimated $41,000 annual cost for a family in a shelter”. La otra ventaja que tienen los apartamentos es que la ciudad se beneficia en tener más de estos edificios. Los apartamentos para las familias sin hogar, si después no son necesarios, pueden convertirse en apartamentos para el público.

Lo que mucha gente no sabe es que el estado de Nueva York tiene programas que ayudan a familias para que tengan alojamiento permanente. Para las familias que no tienen suficiente dinero para alquilar un apartamento en la ciudad pueden aplicar para un programa que les ofrece un lugar estable por un costo bajo. En estas situaciones, “[t]enants pay 30 percent of their income toward rent” (Housing Services). Comparado a la renta de un apartamento en la ciudad, el precio es mucho más cómodo para las familias sin hogares. Según Eric Gertler, “[s]uch stability also enhances job hunting, removes the stigma associated with a temporary address and has a positive impact on children”. Los padres tienen la oportunidad de trabajar y darles a sus hijos un lugar estable y seguro.

En la ciudad de Nueva York hay la esperanza de que en futuro haya más programas y más alojamientos para ayudar a la gente sin hogar. Nunca es posible entender la historia de alguien sin hogar al verlo en la calle. Es importante saber que el dinero puede ser una forma de ayuda, pero no es todo. En ciertas ocasiones puede ser una buena idea comprarle un desayuno o una comida para ayudar con una de las necesidades más importantes para cualquier humano. Un acto pequeño puede ayudar a esa persona a tener la fuerza necesaria para después buscar trabajo u otros tipos de ayuda y poder triunfar.

Bio - Valeria Cruz

I am a Spanish Major at the University of Massachusetts Lowell with plans to become an interpreter. From the time that I was about six years old I remember interpreting as much as I could understand for my parents. This experience led to my choice in this career. As I began my first few jobs in the retail industry, I found myself helping many people that had been in the same situation that my parents had once been in. Becoming an interpreter one day is my way of doing what I can to give back to my community and helping those that feel like my parents once did when they first arrived to the United States.

Obras citadas