Abstract

This essay is based on an analysis of the objectification of women described within Alfonsina Storni’s 1919 poem, “Hombre pequeñito.” Storni’s poetic narrator is a woman/canary trapped in a bird cage by a man, who will not grant her the freedom that she is extremely desperate for. The poem consists of the women pleading for her freedom and constantly reminding the man that she cannot appease him nor give him the love he desires. The essay additionally reflects on how in many Latinx communities women are known for being docile and submissive while men are seen as strong protectors and breadwinners. I draw experiences from various anonymous women to show how certain interactions with men affect them not only mentally but also make them feel objectified.

My intention when writing this piece was to highlight machismo and the double standards that exist for women in the Latinx community. I wanted to show how it is not something in the past but rather a cultural pattern that continues to recur and affect new generations.

“‘Hombre pequeñito’: La subjetividad femenina y el machismo”

El machismo sigue evolucionando en el día presente de diferentes maneras, ya sean sutiles o directas. En muchas de las culturas Latinx estadounidenses desde pequeños podemos ver una clara distinción entre mujer y hombre. La clasificación de ‘mujer’ se asocia con la sumisión, la obediencia, la feminidad y la falta de opiniones fuertes. El hombre es clasificado como la cabeza de la familia, un protector que usa una masculinidad agresiva y salvaje. Estos mismos conceptos se pueden encontrar en “Hombre pequeñito”, un poema de Alfonsina Storni. Storni usa elementos literarios para enfatizar la metáfora que utiliza el poema: una comparación entre el canario y la mujer. “Hombre pequeñito” profundiza en los aspectos sociales, evocando cómo las mujeres son reprimidas en la sociedad y los hombres usan el machismo para controlarlas. Este ensayo se enfoca en el tema de la subjetividad femenina y el machismo para discutir cómo estos mismos elementos ‘antiguos’ se pueden todavía relacionar con el día presente. También utiliza un estudio académico sobre las experiencias de estudiantes estadounidenses con el machismo en Buenos Aires para abrir una serie de reflexiones personales sobre la cultura Latinx estadounidense a que pertenezco.

Según Ana Skledar Matijević, Alfonsina Storni fue una persona “transgresora primariamente en el campo de su vida personal” porque ella “eligió ser madre soltera [en] una época en que su elección se consideraba vergonzosa” (121). La transgresión también se puede relacionar con su identidad como escritora, un rol que no era considerado un verdadero trabajo, ni algo apto para una mujer. En realidad, Alfonsina Storni era una gran mujer que no se dejaba influenciar sobre su género y hablaba claramente sin ningún miedo de temas ‘tabúes’ o de “circunstancias sociales que no permitían la activación del papel de la mujer” (122).

Alfonsina Storni usó sus experiencias como poeta para romper barreras y expresar ideas sobre el amor de una forma crítica. “Hombre pequeñito” sugiere la desigualdad entre el hombre y la mujer en una relación doméstica tradicional. En los primeros dos versos (“Hombre pequeñito, hombre pequeñito, / suelta a tu canario, que quiere volar…”), Storni nos ofrece una imagen de la naturaleza para describir la subjetividad de la mujer. Ella utiliza la frase “hombre pequeñito,” para describir al hombre machista, controlador y agresivo. Y en los próximos versos, aprendemos que la mujer (y la voz narrativa) es el canario: “Yo soy el canario, hombre pequeñito, / déjame saltar.” Este elemento es importante porque la voz central y poética es de una mujer, lo cual no era típico en esta época. Igualmente, es muy impactante porque le da un rol a la mujer de poder y de autoridad, de contar su historia y su grave realidad.

Los conceptos del poema se pueden encontrar en la definición del machismo: “la obsesión masculina con el predominio y la virilidad, que tiene expresión en la posesividad respecto de la propia mujer y en actos de agresión y jactancia en relación con otros hombres” (Felitti y Rizzotti 19). El control y “posesividad” en el poema señalan que este “hombre pequeñito” piensa que él es el dueño del canario, que él puede decidir cuándo y cómo liberarla o no. Además, el poema juega con el concepto de la escala en que visualizamos al hombre (con un tamaño grande) y a la mujer (como un canario pequeño). Storni lo describe como un “hombre pequeñito”, un ser disminuido. Lo cual es irónico porque el hombre es mas poderoso por su autoridad. Podemos resolver la contradicción al entender que su manera de pensar y de actuar es lo que lo disminuye y lo convierte en el “hombre pequeñito.” Por lo tanto, podemos inferir que Storni sugiere que el poder del machismo sólo es una ilusión, y los hombres que lo utilizan están realmente disminuyendo su humanidad a la vez que disminuyen la de los otros.

En la segunda estrofa, Storni usa la metáfora de la jaula que encierra la mujer. Esta jaula representa el sexismo que limita la mujer y, también, previene que el hombre la entienda. Él también está en una jaula porque tiene la mente pequeña y cerrada. La jaula del poema de Storni expone la realidad de la mayoría de las mujeres hoy en día, que se sienten bajo control de la percepción de un hombre. Felitti y Rizzotti presentan, por ejemplo, la perspectiva de una mujer anónima de los EEUU visitando Buenos Aires entre los años 2012-2014: “Cada mañana me visto, tengo que pensar si es apropiado llevar cualquier ropa… nunca he pensado antes si es demasiado peligroso llevar una falda por la noche cuando tengo que caminar sola por un rato” (20). Me puedo identificar con esta mujer anónima porque muchas veces que me visto me gusta estar bien cubierta, tratando de no enseñar mucha piel o áreas más privadas. Igualmente, como soy mujer pienso que nosotras las mujeres tenemos que vivir con muchos estereotipos que nos presionan (ya sean por nuestros padres, amigos, o la gente cercana) a ser la mujer perfecta, respetuosa y sumisa. Estas ideologías son presentadas desde una temprana edad. Por ejemplo, yo me acuerdo de que mi mamá me decía que no me vistiera de cierta manera (de ropa corta, que enseñara piel) cuando mis tíos o algún hombre estuviera presente o visitando nuestra casa. Yo me preguntaba por qué era que yo tenía que arreglarme o cambiarme solamente porque un hombre venía a mi casa. En la obra de Storni, el canario en su jaula representa cómo la mujer, aun sea consciente o inconscientemente, piensa de la percepción de un hombre. El diálogo interno sobre el peligro de vestirse de cierto estilo o el miedo de no presentarse de una manera ‘apropiada’ es un ejemplo de lo que la mujer hoy en día todavía utiliza, sea con su ropa o su manera de actuar, para complacer a la sociedad.

El poema detalla la mente pequeña que los hombres machistas posean: “Digo pequeñito porque no me entiendes / ni me entenderás”. El hombre está tan enfocado en entrampar el canario por el “amor” que le tiene que no se da cuenta del sufrimiento ni del daño que le causa al canario. Esta acción, del hombre haciendo cosas sin pensarlas, es frecuente hoy en día, por ejemplo, en los piropos o en las acciones para agradar o coquetear a una mujer. En el texto de Felitti y Rizzotti, una mujer habló sobre sus experiencias con los piropos en los Estados Unidos antes de visitar a Buenos Aires, diciendo: “estoy acostumbrada a pensar que cualquier piropo es una manifestación de objetivación de las mujeres” (20). Otra mujer estadounidense habla sobre los tragos que ofrecieron hombres desconocidos en Buenos Aires: “No me gusta que los hombres que no conozco hagan cosas por mí, solamente porque soy una mujer y les parezco linda. Soy una persona y no algo para mirar” (21). Estas dos experiencias ejemplifican la misma temática de que el hombre ‘machista’ objetiviza la mujer, sea con piropos o tragos. Estas acciones hacen que la mujer sea consciente de la manera en que los hombres la tratan (porque “les parezco linda” y no porque soy una persona). Igualmente, me he sentido como estas mujeres, como un objeto para los hombres y algo ‘precioso’ para mirar. Ellos se sienten que tienen la autoridad de hacerlo. Un instante que me recuerdo muy bien era cuando mi mejor amiga y yo estábamos caminando cerca de mi casa y un hombre sacó su cabeza de su camioneta para silbar y tirarnos piropos. Todo ocurrió bastante rápido, un par de segundos, pero el disgusto y el resentimiento que sentimos en ese momento fue impactante. Nos sentimos objectivizadas y sucias en nuestros cuerpos, no andábamos con ropa provocativa ni queríamos la atención de nadie o de ningún hombre. Entonces pensábamos: ¿por qué nosotras? ¿Sería que esto pasa con todas las mujeres, en todas las edades? Con estas preguntas rodeando en nuestras cabezas tuvimos una larga y profunda conversación sobre la objetivación de las mujeres y de los piropos no deseados. El hombre machista hace que la mujer se sienta inferior e incomoda, por su mente cerrada, como dice Storni: “Digo pequeñito porque no me entiendes / ni me entenderás.”

En la estrofa final del poema, Storni sugiere que la mujer tampoco entiende al hombre, pero que no es importante porque quiere y merece su libertad: “Tampoco te entiendo, pero mientras tanto / ábreme la jaula, que quiero escapar:” Storni utiliza la aliteración en el verso 9, con el énfasis en las sílabas “ta,” “te,” “tien,” “tras,” y “tan,” para fortalecer la voz femenina. La utiliza para resaltar la experiencia femenina y también la subjetividad de la mujer que desea su libertad. Los últimos dos versos terminan el poema sugiriendo que ella no podrá cumplir el deseo del “hombre pequeñito”: “Hombre pequeñito, te amé media hora, / no me pidas más.” Señala al final que la relación de ellos no va a funcionar nunca más y que la mujer que está sujeta sólo pide su libertad y paz.

Alfonsina Storni utiliza su propia experiencia como una mujer de su época con las dobles normas éticas que ella tuvo que vivir, nada más por su género, para introducir esta voz poética que se enfoca en la experiencia femenina del amor. Ella pudo dar una voz a la subjetividad de la mujer viviendo dentro de las normas del hombre machista para echar luz sobre estos problemas. Entre el poema, “Hombre pequeñito,” y las experiencias de varias mujeres anónimas del estudio de Felitti y Rizzotti, podemos ver cómo la subjetividad de la mujer afecta a un nivel interno y también externo. Igualmente, las dos experiencias que compartí se relacionan con el poema de Storni para fortalecer mi argumento: que podemos ver hoy en día la tensión entre el machismo y la subjetividad femenina. Debemos educar y crear conciencia en los adultos y en los niños, en todo el mundo, para poder romper las barreras que existen con el género y las dobles normas éticas. Es necesario también enseñarles a mujeres y a las niñas que no deben cambiarse para complacer ni a sus padres ni a sus amigos, y que al final lo que importa es que siempre sean auténticas y ellas mismas. Por esta razón, pienso que la literatura y la poesía es un instrumento muy poderoso, que nos ayuda a transformar la representación de la mujer y que crea consciencia en una manera profunda. Lo cual nos ayuda a combatir a estas desigualdades de género.

Work Cited

Bio - Nahomi Carvajal

My name is Nahomi Carvajal, and I am a first-generation college student of Dominican descent. I am currently a sophomore at UMass Lowell pursuing a Psychology degree while also minoring in Spanish. Coming from the small city of Lawrence, Mass., I knew how it felt growing up less privileged and grew from my own circumstances. Because of this, I have always aspired from a young age to help others and make my community a better place. I am passionate in tackling issues regarding race, gender, social status, and discrimination because no one should live a life of fear, or as an underprivileged person. Through my education and experiences, I hope to inspire, motivate and bring joy to many others while creating for myself a career in which I can genuinely be myself and positively influence my surrounding community.